Hacía mucho tiempo que no iba a este molino y no porque me quede lejos, todos los fines de semana paso por debajo de él. ¡Vaya sorpresa! Al llegar he visto que lo están restaurando y va por muy buen camino.
He conocido a la actual propietaria, Cristina, y a unos amigos suyos. Muy amablemente me enseñó como ha quedado, me ha enviado algunas fotos de antes y de ahora, me comentó cuanto le ha costado llevar a cabo este proyecto y algunos planes de futuro. Uno de ellos es volver a hacer gofio usando la fuerza del agua.