Carretería - Bco. Azuaje - San Andrés

Después de un lluvioso invierno y algo de la primavera también, hicimos la ruta que habíamos pospuesto varias veces. Salimos desde el barrio de Carretería, en Moya, y bajamos por el camino de Las Vinagreras hasta el Barranco de Azuaje.

Este camino tiene unas bonitas vistas, aparte, cuenta con dos miradores acondicionados con paneles informativos, un poco estropeados por el paso del tiempo. Llega a un depósito de agua abandonado muy cercano al merendero que hay justo en el barranco.

Una vez más tenemos que indignarnos debido a la gran cantidad de basura que había abandonada allí. Justo un poco antes, un compañero y yo, debatíamos sobre si era justo o no que se cobrara por acceder a determinados lugares debido a una visita reciente al Bco. del Infierno en Tenerife.

Al final los que amamos la naturaleza acabaremos perdiendo, de una forma u otra, ya que o tendremos que pagar o ver la basura por todos lados. Prefiero pagar sinceramente.

Sin ir más lejos, a 50 metros está el Balneario, las otras veces no había podido entrar ya que estaba cerrado. Aprovechando que la puerta estaba abierta nos dimos una vuelta por toda la instalación. Si ahora es bonito, con el actual estado de abandono y suciedad, en su día tuvo que ser precioso. Hay unas escaleras que suben hasta una cueva con un balcón, una especie de caldera o cocina antigua , se conservan partes del pavimento original y en la parte trasera hay una gran galería a la cual no encontramos fin. Pero nuevamente todo pintado y con una basura enorme.

Para colmo a otros 50 metros más abajo había gente lavando el coche en pleno barranco con el agua que aún corre. El jabón que usaban no tenía pinta de ser biodegradable, por la pinta diría que era un famoso lavavajillas. Vamos, que cuando llueva todo esta contaminación irá barranco abajo hasta el mar. En fin, en 100 metros había visto un atentado contra la naturaleza tan grave y en un lugar tan precioso que estaba "envenenado". Espero que los que realmente tienen poder para hacer algo, seguramente todos podemos hacer algo, tomen las medidas oportunas. Como si hay que pagar por visitar la zona para poner un vigilante o algo similar.

Seguimos la marcha y pasamos por debajo del precioso puente de la foto, el terreno se vuelve más árido y el camino se convierte en una pista de tierra. Encontramos algún molino de agua antiguo y un pozo bastante hondo el cual merecía una parada. Ya llegando a la desembocadura, las cañas con sus "túneles" y los charcos devolvieron la emoción al pateo.

Fue un paseo de unos 10 kms más o menos en 4 horas. La nota más notable ha sido la incorporación de nuevas personas al grupo. Creo que pasamos un buen rato. Espero que se animen para las siguientes.