Después de un lluvioso invierno y algo de la primavera también, hicimos la ruta que habíamos pospuesto varias veces. Salimos desde el barrio de Carretería, en Moya, y bajamos por el camino de Las Vinagreras hasta el Barranco de Azuaje.
Este camino tiene unas bonitas vistas, aparte, cuenta con dos miradores acondicionados con paneles informativos, un poco estropeados por el paso del tiempo. Llega a un depósito de agua abandonado muy cercano al merendero que hay justo en el barranco.
Una vez más tenemos que indignarnos debido a la gran cantidad de basura que había abandonada allí. Justo un poco antes, un compañero y yo, debatíamos sobre si era justo o no que se cobrara por acceder a determinados lugares debido a una visita reciente al Bco. del Infierno en Tenerife.
Al final los que amamos la naturaleza acabaremos perdiendo, de una forma u otra, ya que o tendremos que pagar o ver la basura por todos lados. Prefiero pagar sinceramente.